Y verte feliz entre bebidas y risas

en noches de baile y fiestas.

Compartir la mirada pícara del presuntuoso ataque de una víbora

en duelo de parejas en batalla amorosa a corazón descubierto.

 

Danzas prohibidas en noches prohibidas, dulces néctares corriendo

por gargantas secas de gritar al viento tantos; Te Quiero.

 

Roces indiscretos, susurros al viento,

olores cautivadores en el prólogo inequívoco de una batalla 

que sucederá en vísperas del amanecer.

 

Al alba,  junto los primeros rayos de luz y en ese rocío delicado,

se entierran armas de guerra para un pacto de paz,

de manos entrelazadas, de gritos entre almohadas, 

de roces entre sábanas y un silencio en calma.

 

 

 

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