Ostento título, rango de caballero, cabalgando en mi caballo erguido y sin miedo.

Tras cruentas batallas alzando mi espada ante la muchedumbre en el campo de batalla.

Cual basta era su armadura, su rostro bañado de sangre, cicatrices de crueles envites que marcadas se mostraban.

Oh, caballero de basta armadura, ten misericordia y templanza, se justo en tu cruzada y en la mas noble justicia, acaba y cabalga.

Caballero de alma perdida, búscala en tus matanzas, no recuperarás tu camino por mas vidas sesgadas.

Reina María de Alarcón, terrateniente y gran dama en su castillo enjaulada y por un dragón custodiada.

Noble caballero valiente, acude a rescatar a esa dama y quizás en tu rescate, recuperes tu alma.

Bravo y noble caballero acude raudo a rescatarla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *