Soy más de monte y tundra,
de estepa y llano,
de sendas, bosques, de olores 
de hierbas enraizadas.
De piedra desnuda y canto de arroyos
entre verdes prados .
De grillos nocturnos,
de campos sembrados.
Del verdín en los cantos y humedad en la sombra,
de hojas ocres en el suelo y de invierno blanco.

Los castaños, los nogales, avellanos mientras ando,
el llorar de las fuentes con el ruido del agua
y cantar los jilgueros entre la maleza y el cardo.

De los grandes bosques y los verdes prados,
de las brañas infinitas con esos grandes pastos
y las reses sueltas, los caballos mansos.

La tierra del verde manto.

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