Mi hiciste así,

sensible, vulnerable
con corazón pasional y nobleza de sangre real.

Con espíritu de guerrero samurái, honorable, luchador, leal y arraigado.
Yo no elegí esto, no elegí sentir que la brisa del mar me traiga tu aroma,
no elegí que mirando a la luna, viera tu sombra.

No elegí transformar en poesía lo que veo,
ni aprendí a como hacerlo,
solo escribo desde un alma
que me dice lo que debo.
Un corazón con remiendos pero que siempre bombea sincero.

No elegí discutir mi pensamiento
ni siquiera sentir lo que siento.

Pero soy así de nacimiento
Un corazón vulnerable en un reino de miedo
que se expone a ser dañado
pero que se entrega de lleno.

Me hiciste así y así muero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *