Vuelves a casa,
en la noche, tras un día agotador, ansías su compañía, el abrazo de la calma.
Abres la puerta y ahí está,
Te has acostumbrado a su presencia solapada en su día a día,
fiel compañera de momentos inquietantes, de paseos, de películas sentado en tu sofá.
Compartes esa velada nocturna, esa comida romántica, esa navidad.
Vuelves a casa después del trabajo,
vuelves con ella.
Vuelves ; con tu SOLEDAD.
No conocia esa faceta tuya, me fascina y la comparto soy lectora de todo
Un abrazo!! Gracias.