No me adules con palabras,
no endulces mi sufrido corazón
no me envíes ese bote salvavidas
que como desesperado naufrago
ansía descubrir.
No prometas más en vano,
no planees sin sentido o
simplemente no me engañes
con tus verbos de que quieres verme reír.
No soy tu postre de una noche
ni menú de restaurante que alivia tu apetito en un día gris.
Ya no aguardo más por tus mensajes,
ya no espero más de ti.
Ya, simplemente, ni creo, ni quiero
Volver a sentir.