Mientras tú existas,

mientras mi mirada te busque mas allá de las colinas,

mientras nada me llene el corazón sino es tu imagen y haya una remota posibilidad de que estés viva, en algún sitio,

iluminada por una luz cualquiera.

Mientras yo presiento que eres y te llamas así,

con ese nombre tuyo, tan pequeño.

Seguiré como ahora, amada mía,

transido de distancia.

Bajo este amor que crece y no se muere,

bajo este amor que sigue y nunca acaba.

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