Estás ahí, inmóvil,
cavilando como loco transeúnte!, pero no te mueves.
Observas como el paso de la gente ya se torna indiferente, eres piedra de la vida, historia revivida de una ciudad.
Cuántos años a tus lomos has llevado?
Has surcado estos mares y estoy seguro que en más de un océano has navegado.
Sin embargo ahí sentado te has quedado, dime pues que te ha pasado?
Los segundos pasan y el tiempo no se detiene como vil asesino que no da tregua a su víctima.
Que esperabas?
Las mieles del retiro se hicieron esquivo,
y en tu lecho marinero no has encontrado destino! Solo un banco de este puerto dónde sentado recuerdas!!
Qué un día fuiste querido!, que la mar era tu casa y en ella perdiste amigos!
Sin embargo y es curioso lo que digo,
por estar en esa casa, en ese mar medio perdido!
A esa mujer tan importante la dejaste en el olvido.
Sigues ahí, pensativo, sin saber que en otro sitio, aguarda ella! quizás, también sentada y con el corazón partido.
Quizás esperando que vuelva su querido.