No mereces ese tiempo que dedico,
no mereces ni un segundo más de mí,
cada instante al escribir como te pienso,
cada instante que pierdo de vida por ti.
Caigo en el olvido de unas letras
en el infinito eterno del siempre escribir.
En el bucle de un mundo sin sentido
y sin sentido sigo en un sin vivir.
Cada letra derramada de la punta de una pluma, que mojada en su tintero, ahoga las lágrimas de vida que tras días sin sentido acaban con este existir.
No mereces ese tiempo que dedico,
un detalle, una palabra de cariño,
una sorpresa en una noche con un vino.
No mereces ya ni las palabras que te digo
ni el aliento, ni saliva, ni si quiera …..
Un minuto de mi vida.