Días de rabia.
Ya no creo en tus míseras palabras,
no distingo si cuando hablas, solo lo haces para herir!
No recuerdo desde cuándo no me afectan las palabras que sacadas de tu pecho hasta me hacían sufrir.
Me volví escudo de tus burlas,
un muro de lamentos que cansado del veneno que soltabas por la boca, aprendí cuando me querías mentir.
Cansado de una vida dolorosa,
cansado de tus míseras estafas!
cansado de aguantarme en las entrañas,
toda la rabia sufrida qué con el paso del tiempo me hacía morir.
Ya no creo en esas palabras que oigo por ahí,
hubo un tiempo que las sentía y hasta me gustaba decir. Un te quiero vida mía, te quiero hasta morir.
Ahora sólo son letras perdidas, en un pajar desaparecidas y que ya no tengo ánimo de volverlas a decir.
Tus palabras se clavaban como estacas incrustadas en un pecho descubierto, un alambre de espino que con cada latido! Asfixiaba las venas de mi alma y no dejaban hueco para volver a sentir.
Como agua contenida en una presa así me podía sentir, un volcán de rabia odio e irá! Qué por más que quería! Ya no podía fingir.
Ha llovido desde entonces, y mi corazón mal herido, tras luchas de poder con la razón o lo divino! Sigue firme su latido aunque:
Ya no creo que tus míseras palabras, vuelvan a hacerme sufrir.
Tú corazón es libre, ten el valor de seguirlo.